Eduardo Martín cultiva y procesa el auténtico ajo blanco castellano de Portillo.
Y eso, pese a lo difícil que es, sorteando la competencia del resto de ajos del mercado, que vienen de semillas chinas, francesas y de otras procedencias parecidas.
El ajo blanco castellano procede de semillas de Castilla y León, es superior por su calidad, sabor, aporte a la salud, aroma, durabilidad, y además los de Eduardo Martín también por su calibre. Están por encima de los máximos baremos y categorías, no podemos decir más.