Se trata de un queso de curación media, muy sabroso, de textura consistente y característica fundente.
Tiene forma de calabaza (Zucca, en italiano) y se produce manualmente hilando el queso al estilo italiano hasta conseguir que tenga la consistencia adecuada.
Posteriormente se le da, también a mano, la típica forma de dos bolas estranguladas, y en ese cuello se coloca la cuerda que servirá de sujeción mientras se va curando lentamente.
Es un queso con mucho sabor, que recomendamos tomar en pequeñas porciones disfrutando con calma.
NOTA DE CATA:
A la vista, amarillo pálido, algo más intenso por la fina corteza (también comestible).
Al olfato, es delicado y aromático.
La textura, de consistencia homogénea y compacta, con piel delgada y lisa.
Al gusto, es intenso pero agradable al paladar.
Si te gustan los quesos con cuerpo, pero delicados, este italiano te encantará.