Malaparte Montón de piñas 2010 Tempranillo 26 meses 75cl
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Vino tinto natural Montón de Piñas con 26 meses de crianza, de viñedos Malaparte de Cuéllar. Cosecha de 2010.
En elegante botella estilo Dórica de 75cl. Viñedos Tempranillo certificados ecológicos.
Resalta su color cereza picota, con ribete teja ligero, limpio y brillante, huele a frutas maduras, mermelada de frutos rojos y negros, especias, tostados, café, muy mineral y regaliz y en boca es de tanino marcado, sedoso, especiado, con notas minerales y final pleno muy largo a regaliz y fruta.
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Reconocido con 93 puntos Guía Peñín y 98 Double Gold San Francisco 2017.
Tinto Montón de Piñas es un vino de Tierra de Pinares de uva Tempranillo 100% de elaboración NATURAL, procedente de la cosecha de 2010, que fue de muy bajo rendimiento, con uva homogénea y de gran calidad.
EL PROCESO:
Añada fría y lluviosa al inicio de ciclo, prolongada en lluvias y baja temperatura hasta Junio, lo que retrasó el ciclo. Julio y Agosto muy cálidos provocaron un envero irregular, largo, que forzó a eliminar los racimos con mayor retraso madurativo. Se recolectó a mediados de octubre de 2010, manualmente y llevando en bodega una conducción lenta en el arranque de fermentación a baja temperatura.
15 primeros días de fermentación y maduración con control de temperatura, oxigenación y remontados frecuentes, trasegando y destinando solo el vino yema. Crianza de 26 meses en barrica de roble francés de tostados medios de 225 litros.
NOTA DE CATA:
A la vista es rojo cereza picota con ribete que deja ligeros tonos tejas, lágrima espesa de caída lenta al mover para arrancar su aroma.
Al olfato, precisa buena oxigenación e incluso decantado si fuera necesario, y así dejar que la copa rebose de todos sus aromas. Fruta madura, mermelada de rojos y negros, notas según se va abriendo a especias, café, cacao, tostados y mineral, con fondo de regaliz. Abrumadoramente complejo.
Al gusto recibe el amargor y sequedad de los taninos, aunque resulta sedoso al paladar, de nuevo siguiendo las notas olfativas minerales, frutales y a regaliz, que se mantienen largo en boca.
Marida a la perfección con comidas castellanas, asados, caza, embutidos y quesos curados, como corresponde a un excelente vino de guarda.
Podría tener precipitados, por no haberse realizado filtración ni clarificación. Se embotelló el 10 de junio de 2013.